
"Un destino que es solo inmobiliario envejece más rápido, le empiezan a escasear los servicios, pierde competitividad y se deben invertir muchos recursos para recuperarlo", aseguró Miguel Gómez Mont, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo de México (Fonatur).
Y es el problema del crecimiento inmobiliario incontrolado es común a la mayoría de los destinos turísticos, donde predominan las leyes del mercado de la oferta y la demanda del suelo sobre los criterios de sostenibilidad competitiva de los destinos turísticos.
Tal es así que en países emergentes, como México, se venderán, sólo este año, 20.000 residencias turísticas en el país, casi siete veces más que hace sólo dos años, pero de una forma desordenada que puede provocar el resurgimiento de "elefantes blancos" en el sector, según afirman especialistas, autoridades y empresarios del sector.
Situaciones similares podemos encontrar en las costas e islas españolas, y en otros muchos destinos, cuando no prevalecen los criterios de planificación y gestión consensuada sobre otros modelos de gestión incontrolados (o de no gestión).
Muchas veces detrás de este crecimiento incontrolado se esconde obtener vías de financiación para la gestión territorial de los servicios a los propios turistas y población en general, como sucede en el caso de España.
El debate queda abierto: Financiación Vs Especulación
Comentarios
Muchos inversores no tienen en cuenta ni les interesa que la gestión que están desarrollando en un destino turístico sea sostenible, simplemente quieren recuperar su inversión y encontrar rápidos beneficios a corto plazo. Por este motivo se produce el crecimiento inmobiliario incontrolado en distintos destinos turísticos, donde no dan la adecuada importancia a elaborar un sistema de planificación sostenible que será posiblemente mucho más productivo a largo plazo que la inversión efectuada sin planificar.
Anna Casas
CARLA DE LA FUENTE RODRGO
Iris Piñol Escardibul